Historia

Ocaña es una de las poblaciones más populosas y pujantes de la provincia de Toledo. Aunque se han encontrado diversas pruebas de la existencia de antiguos doblamientos prehistóricos, prerromanos y romanos, el caso es que Ocaña empieza su andadura de manera cierta en la Edad Media, cuando pasa a  manos de León y Castilla en tiempos de Alfonso VI.

Ocaña fue durante siglos propiedad de la Orden de Santiago y vivió importantes hechos históricos a lo largo del siglo XV, como dos cortes y el juramento de los Reyes Católicos a su nieto Miguel.

Más románticos tintes adquiere el episodio en el que Isabel la Católica permanece exiliada y con la ayuda de algunos fieles caballeros (D. Gonzalo Chacón y D. Diego Gutiérrez de Cárdenas) que le facilitaron conocer a su futuro marido Fernando de Aragón
También Ocaña fue lugar de residencia momentánea de Felipe el Hermosos y Felipe II.

Ocaña también es recordada por la lamentable derrota sufrida aquí en 1809 durante la Guerra de Independencia, por le General Araizaga frente a las tropas invasoras francesas del Mariscal Soult y que permitía dar vía libre al ejército napoleónico hacia La Mancha, Andalucía y Levante.